Diseñador / Agencia

Lola Rúa

Categoría

Restaurantes, Cafeterías, Bares

Premio

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Rescatamos la historia del Madrid circundante a través del flujo del agua

Presentación del proyecto

Nuestro espacio se sitúa en el área del antiguo fluir del Arroyo del Arenal que transportaba gran cantidad de agua desde la Puerta del Sol hasta la Plaza de Isabel II. En el espacio donde se encuentra actualmente esta Plaza y el Teatro Real, se construyeron los Caños del Peral. Este enclave fue punto de encuentro de aguadores, lavanderas, animales abrevando... fue un lugar de reunión de los madrileños y un espacio excepcional para las compañías de teatro ambulante. Precisamente en el lugar donde se encuentra nuestro local se instauraron las primeras Botillerías, que trataban de alegrar con sus refrescantes y helados brebajes a los habitantes de Madrid y a los artistas que venían de lejanas tierras y que allí se reunían. Por

ello, queremos transmitir a los clientes las memorias de nuestra ciudad a través de AGUA; un pequeño homenaje a la fuente de vida y naturaleza porque, tal y como el arroyo del Arenal regaba los grandes jardines de Palacio y saciaba la sed y necesidades de sus habitantes, nuestro cauce de agua ha sido el generador de un Jardín donde los comensales encontrarán un remanso de paz, calma y frescor en pleno centro de la ciudad. Para realizar el proyecto hemos utilizado materiales que posean transparencia, brillo, reflejo y luz. En el salón chimenea hemos recreado un techo espejo con manchas que nos recuerdan a un cielo nuboso, del cual se desprenden pequeñas gotas de rocío doradas que caen sobre los comensales en forma de lámparas lágrima. Haciendo referencia a la naturaleza hemos diseñado unas lámparas de latón compuestas por probetas de las que brotan flores naturales liofilizadas. Para ser fieles a nuestro espíritu de conservación y reciclaje hemos restaurado y pintado unos antiguos botilleros ingleses de madera de hace más de 30 años. También hemos restaurado la chimenea que preside el salón acabada en pan de oro y las molduras centenarias que coronan el techo pintadas a mano que nos dan el aire palaciego que el espacio requiere. El resto de mobiliario se ha elegido para dar un aspecto de jardín palaciego atemporal con acabados juveniles y frescos. El Brilliant Bar alberga un techo troquelado que refleja cómo los rayos de sol de filtran entre el agua que riega la naturaleza y hace que todo se vuelva brillante y reflectante. Las lámparas esféricas y la barra son las originales restauradas y customizadas, al igual que los taburetes. El último espacio es un reservado para 12 comensales decorado con 5 cuadros retroiluminados a acuarela donde hemos querido plasmar la evolución de la Plaza de Oriente desde el siglo XVI a la actualidad. El espacio lo independizamos con una mampara curva ilustrada a acuarela y una pequeña fuente que hace que el agua esté presente en todo el espacio a través de su sonido.

 

Diseñado por Lola Rúa

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