La Catedral de Macao, también llamada "Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora", es la catedral de la Diócesis de Macao. Está situada en el Largo da Sé, un punto elevado del centro de la ciudad donde confluyen varias calles estrechas. Construida inicialmente en 1564, su configuración cambió con el tiempo, siendo reconstruida en la configuración actual en 1844-50 con un proyecto del arquitecto Tomás de Aquino. Es el mayor y más destacado edificio católico del territorio, inscrito como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2005.

De austero estilo neoclásico, presenta una única fachada de piedra de tres ventanas y dos pisos, rematada por un frontón triangular y rematada por dos torres. Su planta presenta una sola nave con una serie de cinco ventanas flanqueadas por capillas laterales. A pesar de su relevancia histórica y religiosa, su interior sufría una iluminación insuficiente a lo largo de los años, un problema difícil de solucionar debido a sus grandes dimensiones y a su funcionamiento continuo. Una gran obra de mantenimiento prevista para 2020 fue una oportunidad excepcional para realizar un proyecto de iluminación detallado que aportara luz al espacio y resaltara sus características arquitectónicas interiores.

A lo largo de un periodo de cinco años, desde 2016 hasta 2021, se desarrolló un meticuloso proyecto de iluminación. Todo empezó con un riguroso estudio del edificio, seguido de una investigación histórica en profundidad y encuestas a los usuarios in situ, para comprender el estado actual, la evolución a lo largo del tiempo y las necesidades de los usuarios. El proyecto de iluminación no comenzó hasta después de esto, teniendo que cumplir las directrices de conservación y la normativa de construcción vigente, respetando al mismo tiempo la integridad histórica de un edificio construido antes de la llegada de la electricidad.

Con tan estrictas restricciones, el equipo del proyecto ideó un ambicioso y sutil concepto de "iluminación invisible", cuyo objetivo era ocultar las luminarias y dejar que la luz revelara el espacio. Para materializar este concepto, el equipo de diseño se propuso proporcionar todas las soluciones de iluminación necesarias -desde luz ambiental, luz de trabajo, iluminación de realce e iluminación arquitectónica- sin revelar las fuentes de iluminación. Como tanto el rendimiento de la iluminación como la integración arquitectónica eran igualmente importantes, el proyecto evolucionó como una articulación cuidadosamente coreografiada entre la estrategia global de iluminación y el diseño y las especificaciones específicas de las luminarias. El resultado fue el diseño y desarrollo de una serie de luminarias a medida, concebidas para "no ser vistas".

El resultado final fue una revelación para la ciudad, desde el interior su Catedral parecía más grande y luminosa, las vidrieras mostraban detalles ocultos, las paredes interiores mostraban elegantes detalles, el techo reflejaba suavemente la luz, el altar y las capillas con sus figuras religiosas quedaban resaltados. Todo esto ya estaba ahí pero no era visible, el proyecto de iluminación ha conseguido su objetivo, ha revelado el espacio sin molestar ni mostrarse.

Tanto fieles como visitantes de todo el mundo pueden ahora contemplar el espacio, reflexionar y disfrutar de una experiencia espacial verdaderamente serena y singular en el Centro Histórico de Macao.