Diseñador / Agencia

Rogelio Vallejo Bores

Categoría

ARQUITECTURA

Premio

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La colina frente a la cañada

Presentación del proyecto

La idea que originó este proyecto surgió de escuchar los sutiles murmullos que un entorno como éste susurraba, así como de la búsqueda de protección y refugio del cliente. ¿Cómo puede uno sentirse protegido? y en todo caso, ¿qué es lo primero que se puede hacer ante la vulnerabilidad? Esta pregunta vino acompañada de una imagen, o quizás de un recuerdo: un niño asustado cubriéndose con una ligera sábana mientras asomaba la mirada para asegurarse de ver lo que ocurría a su alrededor. El jalar una sábana para cubrirse es un acto muy elemental que alude a lo más básico del ser; la sábana arropa, protege, envuelve, y debajo existe un espacio tan seguro e íntimo que es capaz de alejar cualquier espíritu, fantasma, o demonio que pueda estar rodeando la habitación. Al mismo tiempo, genera una continuidad en la bella superficie viva que rodea el terreno, formando una nueva colina en un lugar rodeado de ellas. La arquitectura debía ser en este caso el acento en las palabras del poema, la coma, o en todo caso algún signo de interrogación, pero jamás debía ser el poema en sí. El poema ya estaba dado por los pinos, encinos, huizaches, las luciérnagas, el camino, la cerca, la pileta de agua del vecino, la tierra, la huerta y el ruiseñor. Los acentos del poema los dieron cuatro muros de hormigón que emergían sorpresivamente del paisaje; dos de ellos contenían la tierra de esta nueva colina que se generó al levantar la sábana, y otros dos enmarcaban el acceso y escoltaban al huésped durante su camino hacia el interior de la casa. Este camino es lo suficientemente amplio para andarlo solo cómodamente, pero lo suficientemente estrecho para no poder hacerlo acompañado. Apremia a un peregrinaje en soledad que lleva al encuentro con un añejo árbol cuya presencia es tan significativa que fue necesario distorsionar la linealidad de uno de los muros con una suave curva y así poder pasar junto a él; se encuentra tan cerca que incluso es posible llegar a rosarlo. Después de atravesar el umbral del árbol, bajar algunos aperaltados escalones de piedra sólida, y abrir una pesada puerta de acero, se descubre una bóveda de concreto que soporta las cargas de la sábana verde posada sobre ella; da la sensación de estar dentro de una fría, obscura, pero extrañamente acogedora cueva. Se eligió el hormigón como material principal por aquel sueño de esta nueva roca fundiéndose mientras interactuaba inevitablemente con el bosque, cambiando de colores gises que pasaban a verdes, negros, y amarillos, y se incorporaban lentamente al entorno. El piso enfatizaría el aroma a madera que se percibe al estar rodeado de pinos y que da balance a la temperatura fría del concreto. Finalmente, se eligió el acero porque con el tiempo y las lluvias adquiere una apariencia parecida a la corteza de un árbol. En cuanto a la organización espacial, las áreas públicas se encuentran completamente expuestas hacia la boscosa cañada de lado izquierdo de la casa, y las áreas privadas se abren más tímidamente hacia un patio del lado derecho que permite ver el cielo y la copa de algunos árboles, pero que se cierra un poco al exterior. Era preciso tener muy pocas referencias de elementos que recordaran algún momento específico del tiempo, por eso se escondió el refrigerador y los electrodomésticos, las luminarias se dispusieron de forma muy discreta, y sólo se incluyeron cuatro materiales principales: piedra, madera, concreto, y acero. Era muy importante para el cliente conservar la atmósfera ruda y primitiva de estar en la montaña.

Diseñado por Rogelio Vallejo Bores

HW Studio es un estudio de arquitectura que surgió en un momento de gran violencia en nuestro país, con el propósito de crear espacios que evocaran y promovieran la amenazada paz. Nuestro proceso de diseño se centra en el profundo estudio y comprensión de lo que llamamos los tres universos: el universo del futuro habitante, el universo del lugar y nuestro propio universo interior como diseñadores. Esta propuesta busca alejarse de decisiones arbitrarias y egocéntricas para fomentar la apreciación de lo verdaderamente importante en la vida, eliminando lo superfluo de la arquitectura para alcanzar momentos de paz interior a través de la contemplación consciente. Concebimos y nos esforzamos por una arquitectura que pueda calmar la mente y sumergirnos en el silencio, donde podamos encontrar un pequeño atisbo de paz. El nombre "HW Studio" proviene de la unión de dos letras: la letra H se considera la letra muda en español, por lo que representa gráficamente el silencio; la letra W proviene del concepto japonés Wabi Cha, un concepto que preferimos no tratar de explicar, ya que el lenguaje es enemigo del entendimiento profundo.

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