Nuestra oficina es el epítome de un espacio limpio y versátil. Nuestro objetivo era crear algo así como un lienzo en blanco sobre el que surgiera gradualmente un cuadro único. El concepto de diseño del espacio es desarrollarse orgánicamente, por sí mismo.
Dejamos todo el espacio unificado, separando únicamente el despacho de dirección. El centro geométrico y significativo de la oficina es un sistema de estanterías y almacenamiento con una sala de servidores incorporada y una minicocina con cafetera. Aquí se celebran reuniones informales todos los días tomando una taza de espresso caliente. Al fondo de la oficina hay una biblioteca con catálogos y muestras de materiales. Delante de la biblioteca hay un largo escritorio de 3 metros; sirve de comedor para todos los empleados y no sólo de espacio de trabajo.
La decoración de la oficina se ha hecho de forma concisa. Dejamos el techo y las paredes en hormigón y yeso rugoso, y el suelo en autonivelante. Los paneles acústicos amarillos, los paneles embellecedores de madera y los marcos negros de las mamparas de cristal y el mobiliario se convirtieron en acentos de color.
Nosotros mismos diseñamos los muebles. Todo está hecho con materiales naturales: metal, madera, cristal, desde encimeras hasta cajones. Al igual que tratamos nuestro trabajo con honestidad, también intentamos mantener este enfoque en el interior de nuestra oficina.
Esta es ya nuestra tercera oficina, y a la hora de desarrollar el interior hemos tenido en cuenta la experiencia anterior. Hemos realizado una importante labor de corrección de errores, prestando especial atención al confort y la ergonomía, así como a los sistemas de ingeniería, incluida la ventilación con recuperación, la calefacción y la automatización de la iluminación.
La oficina de un estudio de arquitectura es, ante todo, un espacio para la creación y la creatividad.