La rehabilitación ha supuesto la transformación integral de un edificio de 1968 para dar respuesta a los retos del siglo XXI. Donde antes había un edificio oscuro y desfasado, ahora hay lucernarios, terrazas inferiores y superiores, naturaleza, fuentes; y además siguiendo las pautas para conseguir las más altas certificaciones de sostenibilidad y bienestar. Dicha actuación se ha realizado mediante una intervención ambiciosa donde se ha cuidado cada uno de los detalles que la componen, potenciando la luz, los materiales y la riqueza espacial, todo ello con la sostenibilidad como eje vertebrador. El edificio KOI se presenta como una actuación contemporánea de regeneración urbana donde la tecnología convive con la naturaleza y dialoga con el entorno. De esta forma, la naturaleza se integra en cada uno de los espacios, acompañándote a lo largo de todo el recorrido. El edificio se muestra al exterior a través de una piel de vidrio materializada de forma plástica mediante una serie de ondulaciones que suavizan sus esquinas y enfatizan el acceso al edificio. Estas geometrías dialogan con los espacios verdes exteriores que le rodean, de formas orgánicas y líneas sinuosas. Esta relación entre el interior y el exterior del edificio también queda realzada por la integración de la madera en la perfilería de la fachada generándose una simbiosis entre el interior y el exterior del edificio. Dentro del edificio y como “corazón” del mismo se ha creado el atrio central. Este espacio de triple altura funciona como núcleo de interrelación de los ocupantes del edificio y a su vez es el nexo de conexión física y visual de las diferentes plantas. Para generar dicho espacio de formas orgánicas se ha realizado una intervención arquitectónica donde las labores estructurales y de apeo del edificio han sido un ambicioso reto para conseguir lograr el resultado final. Desde el centro de dicho espacio se puede entender todo el interior del edificio y a su vez apreciar las pasarelas y carenados de vidrio de los ascensores los cuales se muestran como elementos escultóricos dentro de este vacío. Como remate del edificio se ha generado un jardín en la cubierta dando lugar a una terraza ajardinada repleta de espacios y rincones estanciales. Un regalo para los edificios colindantes. KOI es una experiencia de los sentidos materializada de forma orgánica dando lugar a espacios flexibles y adaptados a los retos actuales Con 3.254m2 de terrazas y 290m2 de zonas verdes, KOI se convierte en uno de los edificios con más vida de Madrid.