El Hotel Alay de Benalmádena, un icónico establecimiento en la Costa del Sol, propone una ambiciosa ampliación para añadir 90 nuevas habitaciones, un gran restaurante, un moderno spa y un garaje con capacidad para 100 vehículos. Esta expansión busca no solo aumentar la oferta de servicios y alojamientos del hotel, sino también elevar la experiencia de sus huéspedes a un nuevo nivel de lujo y confort, integrándose armoniosamente con su privilegiado entorno junto a la Marina de Benalmádena. La idea central de este proyecto es crear un diseño que invite a "ver y ser visto". Esta noción refleja la intención de aprovechar al máximo las vistas panorámicas hacia el mar Mediterráneo, así como generar un impacto visual desde todos los ángulos del complejo. En primer lugar, las nuevas habitaciones estarán orientadas al sur, lo que permitirá a los huéspedes disfrutar de las mejores vistas hacia la Marina y el mar, así como de un excelente soleamiento durante todo el día. Esta disposición no solo mejora la experiencia del huésped, sino que también asegura que cada estancia se beneficie de la luz natural y de una conexión visual directa con el paisaje costero. Por otro lado, el nuevo edificio, que se situará justo frente al hotel ya existente, no solo será un añadido funcional, sino que también se convertirá en un elemento arquitectónico clave del complejo. Desde las habitaciones del hotel original orientadas al este, el nuevo edificio se erigirá como parte del paisaje, actuando casi como un "espejo" que refleja el horizonte marino. En la cubierta del nuevo edificio, se ubicará una espectacular piscina infinity, junto con un lounge bar, convirtiendo este espacio en uno de los puntos más atractivos del hotel. La piscina infinity, con su diseño de borde desbordante, ofrecerá la ilusión de que el agua se funde directamente con el horizonte, creando un efecto visual que conectará a los bañistas con el mar de una manera única. El lounge bar, por su parte, será un espacio de socialización y relajación, desde donde los visitantes podrán disfrutar de unas vistas ininterrumpidas del Mediterráneo mientras se relajan con una bebida. Este solárium en la azotea se convertirá sin duda en uno de los referentes en la oferta de ocio de la costa, atrayendo tanto a huéspedes del hotel como a visitantes que buscan un lugar exclusivo y con encanto. Bajo la rasante del nuevo edificio, en un espacio que estará rodeado de un frondoso jardín tropical, se localizarán el restaurante exclusivo y la zona de spa. Este jardín, que funcionará como un foyer natural para el nuevo Alay, proporcionará un oasis de tranquilidad en medio del bullicio de la Costa del Sol. El restaurante, con una oferta gastronómica de alta calidad, ofrecerá a los comensales un entorno íntimo y sereno, mientras que el spa brindará un espacio de relajación y bienestar, aprovechando la quietud y el ambiente natural del jardín. El garaje subterráneo, con capacidad para 100 vehículos, es otra adición estratégica que busca mejorar la comodidad de los huéspedes. El diseño del nuevo Alay no se limita solo a ser funcional, sino que busca generar una experiencia sensorial completa, donde la estética y el confort se combinan de manera armoniosa. El objetivo de la ampliación es transformar el Hotel Alay en un destino vacacional de referencia en la Costa del Sol, tanto para turistas como para locales que busquen una experiencia de lujo. Al maximizar las vistas, ofrecer espacios exclusivos y garantizar la integración con el entorno natural, este proyecto elevará el estándar de hospitalidad en la región.