Situado en el barrio de Campanar en Valencia este restaurante está inspirado en llevar el campo (de ahí el nombre del barrio Campanar) dentro del propio local. El local ocupa la planta baja de un edificio de oficinas de nueva construcción con un carácter muy tecnológico y apuesta por contrastar aportando una imagen tradicional valenciana pero adaptada al momento actual. Para ello, mediante la aparición de elementos como la cerámica valenciana, las vigas de madera, el mortero en crudo propio de las antiguas alquerías e incluso la construcción de una acequia que atraviesa todo el local se pretende crear una experiencia en torno a la cultura valenciana y su tradición culinaria.